VAMOS POR
NARANJA-VIOLETA
La directiva de
Un avance en la pelea por la democracia sindical: el Ministerio nos legaliza
Gracias a la presión y movilización y a la adhesión de muchos compañeros del gremio, el Ministerio de Trabajo finalmente intimó a
Primero: no sabemos cómo va a responder la directiva a esta intimación.
Segundo: nada ha respondido el Ministerio respecto del modo fraudulento en que está organizada la elección gremial, denunciado por
El arma con que queremos contar para seguir desbaratando las maniobras del oficialismo, es la movilización y solidaridad de nuestros compañeros. Los llamamos a seguir firmando el petitorio y enviando sus adhesiones, y proponemos realizar una movilización a la sede gremial para repudiar la proscripción y exigir la participación de
La camarilla oficialista, al ver amenazados sus 23 años de sillón, responde con proscripción, golpes y calumnias morales. Respondamos los trabajadores con las armas que nos son propias: la unidad, la solidaridad y la lucha.
El Gran Hermano no sólo nos espía: también nos explota
La lista Celeste y Blanca transformó a
El oficialismo afirma que su lista está integrada por “profesionales” y “colegas”. Estas palabras no están elegidas al azar. Expresan la política de haber convertido a la organización gremial en una asociación de profesionales y cuentapropistas.
Desde que se produjo en los 90 la concentración monopólica de los medios de comunicación, miles de compañeros perdieron sus trabajos. Los que quedaron sintieron el azote de la precariedad laboral, la pérdida de importantes conquistas, la explotación y el cuestionamiento del rol del periodista como comunicador independiente. El convenio 301/75 y el Estatuto del Periodista se convirtieron en letra muerta.
Esto ocurrió en medio de un retroceso general de la clase trabajadora (desocupación masiva, pérdida de derechos laborales), de todos los gremios y en todo el mundo, y la gente, tratando de sobrevivir, apeló a crear emprendimientos propios, cooperativas, etc. En nuestro gremio, este proceso general se concretó en el enorme crecimiento de medios alternativos, que además sirvieron como una suerte de refugio para la necesidad de libre expresión de los periodistas. Pero no hay que confundir necesidad con virtud. Una cosa es esconderse en un sótano cuando viene el bombardeo, y otra es acostumbrarse al sótano y nunca más salir a la superficie.
En nuestra opinión, la dirección de
Hay que imponer el Estatuto y el Convenio en las grandes empresas
El Estatuto reglamenta nuestros derechos como periodistas profesionales: garantiza la libertad de expresión y pena la persecución ideológica. El Convenio establece normas en nuestra relación como trabajadores con la patronal: condiciones de trabajo, salarios, categorías (igual salario por igual trabajo). En muchos gremios, los dirigentes han entregado sus convenios, cambiando condiciones de trabajo por salario o eliminando categorías, en perjuicio de los trabajadores. La dirección de
Las instancias organizativas y de participación como la asamblea general o el plenario de delegados, que han sido abandonados por
En algunas empresas, como Crónica (cuya comisión interna integra
La lucha por el estatuto y el convenio, y por el salario, ameritan una acción unificada, que hay que organizar desde el sindicato y que la actual directiva de
Urgente: el gobierno dejó de disimular
La próxima presidenta K, en plena campaña, ni siquiera se molesta en prometer a los trabajadores mejoras que no va a cumplir. Se la pasa en reuniones con empresarios, prometiéndoles un “sinceramiento” y una “normalización” que, por desgracia, sí va a querer cumplir, y que significan bajos salarios y ningún tope a los precios y tarifas. Cristina propone un pacto social que los sindicalistas amigos del gobierno y enemigos de los trabajadores se apresuran a firmar. Los empresarios que hoy expresan su beneplácito con las promesas de Cristina, van a intentar nuevos zarpazos a nuestros salarios y condiciones de trabajo.
Los sindicalistas fieles a K hacen su parte: los delegados del subte están amenazados con el desafuero gremial por parte de
Ni la camarilla “progre” de Camaño ni el sindicalismo K de Fatpren
La lista Violeta propone un cambio global para nuestra organización gremial. Queremos una directiva que se ponga a la cabeza de la pelea contra la precariedad laboral y por el salario. Que a los montones de pibes que hacen pasantías por 500 pesos, a los facturistas y contratados, los organice no sólo para charlar sobre comunicación social, sino para sumarlos a la pelea por la aplicación del Estatuto y el Convenio en los medios masivos.
La mayoría de los trabajadores (los que realmente “hacen la producción” en los medios) están fuera de la organización gremial. Así, la democracia sindical es fácil de declamar pero imposible de practicar, porque la verdadera relación laboral entre patrones y trabajadores no hace ninguna presión sobre los dirigentes gremiales. Es fácil para los dirigentes esgrimir el viejo argumento que tantas veces le escuchamos a la actual directiva: “la gente no quiere pelear”. ¿Cómo va a querer pelear un trabajador absolutamente precarizado, si no siente y prueba la unidad y el apoyo del gremio? No por casualidad, en Crónica la pelea comenzó por el pase a planta de los tercerizados y la efectivización de todos. Con un paciente trabajo desde abajo, de convencimiento y debate en asambleas, se logró la unidad necesaria para enfrentar los despidos y ganarle a la patronal, y hoy es uno de los pocos medios masivos donde el convenio se aplica de verdad.
Este trabajo hay que hacerlo en todas las empresas. Y más allá de lo que suceda en estas elecciones, la agrupación Violeta se formó para aportar a la reorganización del gremio con todos los trabajadores de los medios, efectivos o no, que quieran unirse para defender sus condiciones de trabajo y su salario frente a las patronales y al gobierno que las apaña, y pelear por una nueva conducción en
OFICIALIZACION DE
Fuera la patota camañista que ataca a los trabajadores
Por una conducción que encabece la pelea contra la precariedad laboral y por el salario. Impongamos el Estatuto y el Convenio en las grandes empresas.
Por una Utpba independiente de los patrones, del gobierno y de cualquier burocracia sindical.
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